Charlas en el cerrillo quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos interesados en la palabra escrita. Aquí tendrán cabida ideas, pensamientos, opiniones, anécdotas y relatos. Porque muchas veces las ideas más acertadas, los pensamientos más ingeniosos, las opiniones más certeras y las anécdotas más divertidas acaban perdiéndose por no tener un foro donde ponerse negro sobre blanco. También los relatos, cuando no se dispone de editor, terminan arrinconados en un cajón, razón por la cual muchas buenas historias jamás serán leídas.

sábado, 4 de mayo de 2013

Pueden, pero no quieren

Pueden, pero no quieren.
Arreglar el déficit público sería factible, si realmente les interesara hacerlo. Pero el problema de esta crisis, cada día más evidente, es que se trata de una crisis de valores. No importa el dinero, que se encuentra rápidamente cuando se necesita para salvar a los bancos, lo importante era acabar con el estado del bienestar, y en eso están. Escudándose en un trabajo científico mentiroso, el informe de Reinhart y Rodoff, los políticos liberales, con Angela Merkel a la cabeza, se propusieron acabar con el sistema de bienestar social surgido al final de la II Guerra Mundial, y a fe mía que están consiguiendo sus objetivos.
¿Cómo puede permitirse España la existencia de una economía sumergida que oculta al fisco más de 70.000 millones de euros, sí setenta mil millones de euros, sin tomar medidas drásticas? Por eso, porque sus intereses son muy otros. Están empeñados en acabar con la cosa pública y lo conseguirán. Aznar malvendió, o regaló, las empresas públicas con la excusa de que eran deficitarias, ¿todas, José María?, y Mariano, el recorto, tiene la intención, a corto-medio plazo, de dejarnos sin educación ni sanidad públicas.
¿Por qué en lugar de tantos recortes, y tanta amnistía fiscal a los grandes defraudadores, no se promulga una ley fiscal donde los delitos fiscales no prescriban y quienes no cumplan con sus deberes con Hacienda vayan a parar a la cárcel, sean quienes sean? ¿Por qué en lugar de reducir el número de inspectores de Haciendo, y los recursos de los que disponen, no hacen lo contrario? Porque a nadie le interesa, y menos a los políticos, muchos de los cuales, como han demostrado los papeles de Bárcenas, tienen las manos negras.
Doblar el número de inspectores y dotarlos de más recursos haría aflorar esos 70.000 millones de los que hablan los expertos, y que, por el momento, permanecen opacos. El problema sería que la gran mayoría de nuestros hombres públicos, políticos, empresarios, artistas, deportistas y otros, tendrían que pasar unos meses entre rejas. Y eso sí que desestabilizaría el país.
De momento parece que los únicos que van a pisar la trena, por fraude, serán los pobres desgraciados que constituían empresas para poder cobrar el paro. Esos sí. Pues claro que esos sí, pero los grandes defraudadores, los estafadores, los aprovechados, los dilapidadores también tendrían que ser arrestados, juzgados y encarcelados por el tiempo que sus delitos precisaran.
La Justicia, aunque quieran hacernos creer lo contrario, no es igual para todos. Y nunca lo será. Como dice el dicho: quien tiene padrino, se bautiza. Pues eso. El padrino Rajoy no va a abandonar a sus protegidos, les debe el cargo. Ellos nunca lo harían.

No hay comentarios:

Publicar un comentario