Charlas en el cerrillo quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos interesados en la palabra escrita. Aquí tendrán cabida ideas, pensamientos, opiniones, anécdotas y relatos. Porque muchas veces las ideas más acertadas, los pensamientos más ingeniosos, las opiniones más certeras y las anécdotas más divertidas acaban perdiéndose por no tener un foro donde ponerse negro sobre blanco. También los relatos, cuando no se dispone de editor, terminan arrinconados en un cajón, razón por la cual muchas buenas historias jamás serán leídas.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Te roban el debate

Mucho me temo que la campaña para las elecciones en Cataluña vaya a hurtar el debate sobre los temas candentes y se centre en el independentismo. 
No se hablará de los recortes en sanidad, ni en educación, ni en ayudas sociales, ni en la crisis, ni en los programas políticos. No se hablará del sistema económico que CiU quiere implantar, de hecho hace tiempo que viene aplicando la gestión privada de los recursos públicos, en todos los ámbitos de la vida. Y ese cambio en el sistema, tan radical, se le oculta al electorado y se impone con subterfugios y mentiras. Ya sabemos que al electorado se le considera poco menos que imbécil, incapaz de comprender las ventajas que los cambios van a suponer para sus vidas, pero ocultar las verdaderas intenciones sobre las decisiones ya tomadas es, simple y llanamente, mentir al electorado. Pero, hete aquí, que, de cara al 25N, no hará falta mentir, ni ocultar, ni recurrir a trampas dialécticas, para la próxima cita electoral, en Cataluña, se ha encontrado el Bellocino de oro electoral en forma de canto independentista.
Son muchos los que creen haber visto la luz al final del túnel y se disponen a marchar al matadero alegremente, sin cuestionarse qué hay de verdad en la propuesta soberanista del President Mas. Están tan contentos con los cantos de sirena que, cuando descubran el engaño, habrán extraviado el camino de Ítaca, como le ocurrió a Ulises. 
Dice un dicho castellano: preguntando se va a Roma. Y en Cataluña se quiere llegar a Roma sin preguntar. Sin preguntar para no saber, no vaya a ser que el sueño se rompa antes de despertar. Parece que a nadie le interesa saber qué va a pasar con la enseñanza, ni con la sanidad, ni con los desahucios, ni con las ayudas a la banca, ni con el rescate, ni con nada que nos recuerde de dónde venimos y dónde estamos, sólo interesa el hacia dónde vamos. Lo único que parece interesar a las sirenas cantarinas es convencernos de que, en una Cataluña libre e independiente, no existiría la crisis, como si Cataluña no estuviera en el mundo ni formara parte del modelo capitalista de producción.
Hasta TV3, otrora sinónimo de imparcialidad y rigor, ha terminado convertida en una TDT  cualquiera, informa sesgada y aduladoramente sobre las maravillas del partido en el poder. Para la televisión de Cataluña ya somos todos independientes, ya se han acabado los problemas, ya vivimos en el país de jauja, ya se ha acabado la crisis en la Cataluña libre. 
Ya veremos lo que dicen cuando despierten.
No nos dejemos hipnotizar, exijamos un debate de ideas y programas, que nos expliquen la verdad, que nos aclaren qué piensan hacer, cómo y cuándo, no queremos ni mentiras ni medias verdades. Dejemos de mirar la mano izquierda, la que nos muestra el muñeco que nos atonta, y miremos la mano derecha, la que se guarda nuestros impuestos y se los reparte impunemente. 
Votemos con la cabeza y el corazón, pero si hemos de elegir: hagámoslo con la cabeza.

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