Charlas en el cerrillo quiere ser un lugar de encuentro para todos aquellos interesados en la palabra escrita. Aquí tendrán cabida ideas, pensamientos, opiniones, anécdotas y relatos. Porque muchas veces las ideas más acertadas, los pensamientos más ingeniosos, las opiniones más certeras y las anécdotas más divertidas acaban perdiéndose por no tener un foro donde ponerse negro sobre blanco. También los relatos, cuando no se dispone de editor, terminan arrinconados en un cajón, razón por la cual muchas buenas historias jamás serán leídas.

domingo, 21 de octubre de 2012

Españolizar

El señor Ministro de Educación, José Ignacio Wert, de apellido castizo donde los haya, quiere españolizar a los niños catalanes, aunque el señor Valor tendría que pensar lo que va a decir antes de abrir la boca. Lo importante en la educación es enseñar, no imponer. No conozco ningún niño catalán que no hable castellano, en cambio conozco muchos niños de padres castellanos que viven en Cataluña que desconocen el catalán, pese a los esfuerzos oficiales para extender su uso. De hecho, el uso del catalán está en regresión, y si no fuera por los esfuerzos de algunos particulares y ciertos organismos oficiales, terminaría desapareciendo. Lo que ocurre es que, políticamente hablando, resulta provechoso, al oeste del Cinca, atacar lo diferente, ya sea catalán o vasco.
El idioma, todos los idiomas, sirven para comunicarse, y son afortunados quienes de forma natural, como en Cataluña, o gracias al estudio y al esfuerzo, como en los países donde sólo se habla un idioma, pueden comunicarse con diferentes culturas. Contrastando informaciones y compartiendo saberes los pueblos evolucionan y las personas se hacen más libres y comprometidas, mirándose el ombligo se empequeñecen. 
Don Valor, otrora solicitado tertuliano de las cadenas privadas, decía muchas tonterías en la pequeña pantalla, repitiendo, como un loro bien instruido los tópicos más burdos, como que en Cataluña estaba prohibido hablar en castellano o que, ni en los colegios ni en los comercios se hablaba otro idioma que el catalán. En sus años de tertuliano esas afirmaciones no hacían mella en los sentimientos nacionalistas, son muchos los que, como él, abominan del catalán y de los catalanes por sentirse diferentes. Lo que no ignora don Valor es que tanto nacionalismo se hace desde los colegios catalanes que educan en catalán como desde las catacumbas ideológicas de la extrema derecha española, siempre tan ignorante.
Ya nos gustaría a muchos poder expresarnos con naturalidad en catalán, inglés, francés, alemán o chino, por ejemplo, porque dominar otra lengua, además de la materna, nos hace más sabios. El gran problema de los españoles, ya sean catalanes, castellanos o austrohúngaros, es la ignorancia supina.  Negándonos a entender a los demás, y despreciando su bagaje cultural sin conocerlo, demostramos nuestra flaqueza. 
La cultura, señor Wert, como su apellido, es un Valor que debemos proteger, no un buen negocio para ofrecer a nuestros seguidores.



No hay comentarios:

Publicar un comentario